Al llegar a casa me siento aliviada al saber que ya está hecho, que ya no hay vuelta atrás y que ya no hay porque estar nerviosa, y de repente se me viene a la cabeza Zack, su arrebatadora sonrisa y esa forma tan pícara de guiñarme el ojo y la pesada bromita de decirme "si" en un susurro al oído. No puedo evitar sonreír al recordar esa estúpida frase,"Y a propósito, intenta sonreír un poco, parece que te hayas tragado un palo de escoba." Que había querido decir con eso? Es que parezco una amargada?. De repente suena un pitido y me doy cuenta que es mi móvil. Es un mensaje de Josh, (de quién si no?) dice que si podemos quedar mas o menos a las seis, son las cinco y media, a si que le contesto que si y me voy marchando.
Camino despacio, ya que voy media hora antes y me paro a mirar algunos escaparates del centro, mientras poco a poco me acerco a nuestro habitual punto de encuentro. Por el camino me compro un café bien cargado para llevar. Al llegar aún quedan 10 minutos para las 6 a si que me siento en el borde de la fuente y me tomo el café, sorbo a sorbo, a menos cinco, veo que Josh se acerca y si saludarme se sienta a mi lado.
-Para que querías quedar?
Digo mirándole,pero el no alza la vista del suelo hasta que después de unos segundos. Me mira y contesta.
-A caso tengo que querer algo para quedar con mi mejor amiga?
-No... Supongo.
Los dos nos quedamos mirando al horizonte, que se está comenzando a teñir de tonos rosados y naranjas y rojos. Es un espectáculo realmente precioso. Me siento algo incómoda así, en silencio con un chico a mi lado a si que decido romper el hielo.
-Bueno que, damos un paseo?
-Y por que no?
Nos levantamos y nos echamos a caminar hacia la playa. Al llegar nos sentamos en la arena húmeda y fría que se me pega en los pantalones y me entra en las zapatillas. Apenas hemos hablado durante todo el camino y estoy bastante incómoda.
-Mad, tengo que confesarte algo...-su tono me asusta-Sabes que llevamos mucho tiempo siendo amigos... y bueno, creo, creo...

-Creo que me gustas.
-En serio?
Esta respuesta irónica nos hace sonreir a los dos. No estoy muy segura de lo que estoy haciendo, creía que me gustaba pero ahora... de todos modos decido no hacer nada por el momento y probar, quizás solo necesite pensarlo, quizás solo sea el impacto del momento el que me acerca esa sensación. Entonces miro al mar y me entran ganas de hacer una locura. Me levanto e intento despegar la arena de mis pantalones, pero parte de ella se queda pegada y me ha entrado en los pantalones de tal forma que me escuecen las piernas.
-Que haces?- me suelta- es que estas enfadada?
Debe de haberlo supuesto por mi expresión siempre fría, entonces se me vienen a la cabeza las palabras de Zack y sonrío. El también lo hace y yo le alargo la mano para ayudar a levantarse.
-No, te apetece darte una ducha?
-Como?
Entonces sin dejar que reaccione tiro de la manga de su chaqueta y lo arrastro hasta la orilla del mar antes de abalanzarme sobre el y que se caiga dentro del agua y se le llene el pelo de arena mojada y sal.
-Pero que haces?- no le doy importancia a este comentario ya que lo dice entra carcajadas-Estas loca?
Josh es por lo menos diez centímetros mas alto que yo, yo mido 1´60 y el sobre 1´7o y algo. Además su torso y sus brazos son fuertes, no se tiraría al mar si no quisiera, no podría arrastrarlo, se resistiría. Lo dejo de lado y corro hacia mar adentro, sintiendo mis zapatillas pasadas y pegajosas y avanzo hasta que me da el agua un poco por debajo de los pechos y me lanzo a nadar, siempre me ha gustado. A Josh a debido de gustarle la idea porque me sigue y cuando está junto a mi comenzamos a hacernos ahogadillas y a jugar y a reír, en mi vida me había reído tanto, quizás porque casi nunca me he reído en mi vida.
El sol tan solo es ahora un semicírculo que se posa sobre el mar en calma y hace que el cielo se desangre en colores rojos, naranjas y rosados y da paso a algunas estrellas que comienzan a aparecer más allá del horizonte.
Al terminar nuestros juegos de niños Josh me acompaña hasta mi casa y subo lo más sigilosamente que mis empapadas zapatillas me permiten a mi habitación, al llegar me saco la ropa empapada y noto que el pelo, enmarañado, ya se ha secado bastante a si que me meto en ropa interior en la cama y proceso todo lo que me acaba de ocurrir. Al pensarlo me inundo de alegría y abrazo las sábanas todo lo fuerte que puedo. Josh me ha pedido que quedemos mañana para ver los resultados del casting. Ahora estamos de acuerdo que si no nos eligen a uno de los dos, el otro, renunciará a su puesto. Intento dormir. Necesito estar fresca para mañana. Primero el jurado escogerá a tres chicas y tres chicos a judgar por la representación y les harán una entrevista, después descartarán a una persona de cada sexo y los cuatro actores que queden serán los elegidos.
La almohada está fresca por el agua que todavía queda en mi pelo y hace que me relaje junto con el olor a sal que desprende mi ropa. Y me duermo.
La alarma del móvil me despierta. Irritada, me levanto poco a poco y la hago callar. Estoy cansada, no suelo despertarme tan temprano los sábados, me pongo en pié y me doy cuenta de que tengo la ropa interior y el pelo llenos de salitre, palpo las sábanas y compruebo que están empapadas, al igual que la almohada. Me estiro y me estalla la columna. Suspiro. Abro la ducha y me meto dentro sin pensarlo dos veces. Me seco y me pongo una camiseta blanca con el dibujo de unos labios en el centro, unos vaqueros y unas Vans rosas. Me ato el pelo con una goma y la punta de la melena me cosquillea la nuca. Me tomo un vaso de leche fría y un bollo de chocolate y salgo de casa, ya llego tarde. Cuando llego ya está todo el mundo esperando en el pasillo, Josh incluido. Reconozco algunas caras del día anterior, y claro, la de Zack. Un hombre me entrega una correa de la que cuelga una tarjetita plastificada que pone mi nombre y mi edad. Me la coloco en el cuello y me acerco a Josh, este me toma la mano cuidadosamente. Zack nos mira y esboza una sonrisa forzada, hago lo mismo. No sé porque nos mira así, ya que entre nosotros no había nada, y parece bastante molesto por este gesto por parte de Josh. Intento olvidarme de el y escapo de su mirada de miel. Intento leer lo que pone en cada targetita plastificada. Hay cuatro chicas y cuatro chicos. Empiezo leyendo las de las chicas. "Hanna Mason. 18" "Johanna Anderson. 19" "Laura Williams. 17" y yo. Luego leo los de los chicos "Brian Cooper. 20" "Steve Richard. 17" "Zack Addams. 20" y "Josh Stewart. 16". Intento recordar las actuaciónes de algunos de ellos, pero solo recuerdo la de Laura, bastante mala, la de Johana, brillante, la de Josh, brillante y la de Zack, lo mismo. No me lo imaginaba tan mayor la verdad. De repente se abre la puerta del salón y dicen a quién van a descartar por la actuación. Me tenso y aprieto la mano de Josh sin querer. El me mira y me hace un gesto con la cabeza como diciendo, "Tranquila". Me sudan las manos, pero las de Josh están secas y me tranquilizan. Me fijo en la expresión de Zack. Suspira y tensa los labios, los tensa tanto que se le vuelven blancos y finos.
-Bueno- comienza un hombre alto y grueso con gafas- sabeis que ahora descartaremos a una chica y un chico. A continuación haremos una entrevista a cada uno de los seis sobrantes y finalmente elegiremos a los cuatro que pasarán a formar parte de nuestro grupo de teatro esta tamporada. Digo los dos descartados. -siento una presión en el pecho y todos mis músculos están en tensión y aprieto todavía mas la mano de Josh, esta clava su mirada azul en la mia gris- Son Laura Williams y Brian Cooper. Suerte al resto, empezaré la entrevista por Johanna Anderson.
Me doy cuenta de que Johanna lleva con la misma expresión de indiferencia todo el tiempo.
De repente Josh me abraza con fuerza y me besa en los labios, el beso dura mucho, quizás más de lo que quisiera.
-Lo ves, no tienes porque estar nerviosa.
-Ahora solo me hace falta suerte con la entrevista.
-No la necesitas- dice una voz cálida por detrás. Me giro y me doy cuenta de que es Zack, está guapísimo lleva sus rizos rubios desordenados, lo que le dá un toque informal. Estira el brazo para ofrecerle la mano a Josh - Zack, encantado.
-Josh.
Alex me aprieta el hombro y me felicita, yo lo felicito también.
-Y de que os conoceis?
-Oh de nada, creéme tropezamos ayer al salir del salón, nada mas.-Me dedica otra sonrisa triste.- Y tu eres... Su novio supongo.
-Y el chico más feliz del mundo.
Se lanzan miradas desafiantes y me incomodo muchísimo, no sé lo que está pasando a si que digo:
-Voy al baño, ahora vuelvo.
Entro en el cuarto de baño y me lavo la cara con agua fría al igual que las manos sudadas y megajosas, hace mucho calor y el pelo se me pega a la nuca y la frente.
Tiro de la cadena para fingir que realmente tenía que ir al baño y salgo. Justo al salir el hombre grueso de las gafas me dice que tengo que entrar. Mientras recorro el pasillo Sale Johanna tan tranquila como entró y Josh me dá un besito en los labios y me desea suerte. Zack está junto a la puerta y me susurra al oído antes de entrar "No la necesitas".
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