Novelas Express
jueves, 14 de marzo de 2013
Madison Scott · Capítulo ~5~
Siento miles de hormiguillas que me recorren el estómago, no puedo evitar mover un pié nerviosamente y dar pequeños saltitos sin parar.
-Estate quieta.-me pide mi padre- Me estás poniendo nervioso.
Mi padre saca a la puerta dos maletas rosas grandes y mi madre una bolsa de mano y las colocan a mi lado.
-Cariño, crees necesario llevarte tantas cosas al teatro ese?
Miro la otra bolsa de mano que llevo en brazos y respondo.
-Nunca se sabe.
Un taxi se para delante de la casa y me pongo todavía mas nerviosa.
-Los Scott. Me equivoco? -dice el taxista.
-Para nada.-responde mi padre- Mad ayúdame a meter las maletas en el maletero.
-¡Ai dios mío mi niña! -mi madre me besuquea la mejilla ruidosamente- Que se nos vá a los 16.
-Mamá, que no me voy, solo va a ser esta temporada.
-Claro cariño. Recuerda llamarnos todos lo días. Y aunque estés tu sola para comer comeme bien y no solo pizzas, que unas verduritas de vez en cuando no sobran eh! Y no te vayas a cama tarde que luego... ¡Ya nos conocemos!
Pongo los ojos en blanco.
-Mamá ya no soy una niña.
-Lo siento.
Me da unos últimos besos en la cara.
-Y tú papá, no me dices nada?
-Tú solo pasatelo bien.
Me besa la cara cariñosamente y se despide de mí con la mano. Cierro la puerta del coche y repito la acción. Me quedo mirando el cristal trasero del coche hasta que mi casa deja de alcanzar mi campo de visión. Entonces me giro, me pongo los cascos y me relajo. Me quedo dormida, aún es por la mañana pero lo hago, me duermo. Una voz masculina me despierta.
-Preciosa! Preciosa despierta, ya hemos llegado.
-Entreabro los ojos y me doy cuenta de que es el conductor.
-Lo siento, me había quedado dormida.
-De eso ya me había dado cuenta.- me responde burlón el viejo conductor- Has dormido como una Bella durmiente durante todo el camino.
Noto que me sonrojo y me tapo las mejillas con las manos. Salgo del coche y recojo mis maletas. Frente a mi se alza un edificio bastante cutre, pintado de blanco y con manchas de humedad en la fachada. Me acerco a la puerta y toco al timbre. Me abre un hombre alto y muy delgado. Lleva puesta una camisa con estampados verde azul y rosa claro, unos pantalones vaqueros y un fular amarillo con una punta echada hacia atrás y otra hacia delante. Tiene unas gafas negras muy gruesas. Sus ojos verdes se clavan en mí como inspeccionandome y sus rizos cobrizos se deslizan junto a su mandíbula cómo un marco ondulado. Tiene la mano apoyada en la cintura y se apoya en un pié. Su homesexualidad se hace notar.
-Madison? -por fin rompe el silencio y me siento aliviada.
-Si. Y usted es...
-Soy Gustavo, vuestro nuevo profesor de teatro. He escuchado habar mucho de ti.
-Espero que fuera bien.
-Por supuesto. ¡Oooh! pero que maleducado soy- su exclamación me sobresalta-Por favor pasa, yo te ayudaré con esta maleta.
Toma mi bolsa de mano y la introduce en la casa.
-Quién es?
Escucho decir a alguien desde el interior.
-Es Madison.
En ese instante Zack asoma por el desgastado marco de la puerta.
-Hola! -me dice con su sonrisa de medio lado.
-Hola Zack! Cuándo has llegado?
-Amm... Creía que no me hablarías, como no contestaste a mi mensaje hace dos semanas.
-Lo siento yo...
-Lo sé, te sientes mal por tu novio si quedas con migo y te sientes mal por mi si me dices que no y simplemente, no me has contestado.
Me siento mal, ha acertado en todo.
-Lo siento soy un borde te ayudo a meter las maletas.
-Zack yo..
-No pasa nada.
Y me guiña un ojo. Sé que no debería pero sonrío, no puedo evitarlo. Toma mis dos maletas rosas en la mano y las mete en casa. Lo sigo con mi otra bolsa de mano. Me conduce por unas escaleras medio hundidas de madera. Mientras las subo observo a Zack. Tiene una espalda ancha y fuerte, robusta, bien tallada y bonita. Sus brazos son fuertes y musculosos sin llegar a ser demasiado anchos, sin llegar a ser grimosos ni demasiado brutos, son delgados pero al tiempo fuertes. Se nota que no va al gimnasio ni es de los típicos que se mata a hacer deporte para tener unos músculos impresionantes. Los hombros son anchos y bonitos. Le miro el pecho, fuerte también pero sin llegar a notárseles demasiado los pectorales. Tiene un torso bien tallado. De repente me doy cuenta de que si le estoy mirando el pecho es por que se ha dado la vuelta. Subo mi mirada hasta sus ojos de miel. Me sonrojo, diría que demasiado.
-Que estabas mirando?-no contesto y noto el calor en mis mejillas-Sé que no estoy tan bueno como tu novio pero bueno, no hace falta mirarme de esa forma.
-No, si eres muy guapo.
Me río, al decir eso mi vergüenza desaparece de golpe.
-Ah si? Pena que no pueda decir lo mismo.
Sonríe y me guiña el ojo de nuevo.
-Me estás llamando fea??
-No, si eres mona.
-En serio?
Me quedo mirando sus ojos color miel y dejo de sonreir, el también me mira, me pregunto si le gustarán mis ojos tanto como me gustan a mi los suyos. Da un pasa hacia mí, otro y suelta las maletas, estamos muy cerca, peligrosamente cerca. No dejo de mirarle a los ojos. Se agacha un poco, es mucho mas alto que yo, mi cabeza está a la altura de su pecho más o menos. Yo también me pongo de puntillas. Cuándo creo que va a suceder, cuándo creo que me va a besar, se pone derecho de nuevo.
-Tendrías que replantearte dejar a tu novio.
-De que vas tío? Quién eres tú para decir eso.
-No sé, no parecía importarte mucho cuándo estabas dispuesta a besarme. -sonríe, nunca ha dejado de hacerlo.
-Eres un gilipoyas.
-No decías lo mismo hace un rato Alison.
Estoy dispuesta a contestarle cuándo suena el timbre.
-Mira, debe de ser Josh. Cuéntale que estabas dispuesta a besarme y a ver que le parece.
Maldigo entre dientes.
-Ve a abrir tú, yo te llevo esto a tu cuarto.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Madison Scott · Capítulo ~4~
Le comento todo el rollo del casting y como va a ser formar parte de la compañía a mi madre y a esta le parece buena idea. Además al final del guión hay un papel en el que se indica todo el funcionamiento de la compañía y, que los padres de los menores de edad deben firmar. Mi madre lo firma encantada de que por fin halla conseguido cumplir mi sueño.
Para los primeros ensayos tendremos que alojarnos en una especie de apartamento en las afueras para que quede céntrico para todos los actores. Para no dejar de estudiar tendremos un profesor particular para todas las materias y la compañía se hace cargo de darnos dinero para la comida. Estas cosas me parecen bien. Por lo visto nos tendremos que mudar el próximo fin de semana y tener chapado el guión al menos hasta la página 30. Puedo hacerlo hasta dormida.
Cuando termino de hablar con mi madre subo a mi cuarto y me tumbo en la cama. Noto algo debajo de mi espalda y me doy cuenta de que es la nota de Zack. Entonces me acuerdo del mensaje que al final no le enviara. Cojo mi móvil, ya he gravado el número en mi lista de contactos a si que me decido a mandarle un mensaje. Tomo el móvil pero me quedo en blanco y no sé que decirle, a si que se me pasa por la cabeza la idea de llamarle. Le doy al botón de llamar y suenan tres tonos - los justos para que una persona pueda cojer el móvil e identificar el número - antes de escuchar su cautivadora voz.
-Quien es?
-Hola Zack.
-Alison?
-Madison- carcajada.
-Menos mal, creía que ya no me llamarías.
-No lo habría hacho de no meterme las manos en los bolsillos.
-Tenía que dejártela en el bolsillo, si te diera mi número delante de tu novio seguro que se habría enfadado.
-Es Josh, y no le parecería mal.
-No, y por eso me miró de aquella manera solo por saludarte en el casting.
Silencio. No sé que decir, sus argumentos son ciertos.
-Lo siento no he debido de decir eso. - es el quien rompe el silencio.
-No, si tienes rezón se ha comportado como un auténtico estúpido y debería haberle dicho algo.
-No en serio si... Si es normal que se sienta celoso. Una chica tan guapa y a la vez tan fría es dificil de encontrar.-risa.
-Fría?
-Si, fría. Deberías intentar sonreir más y con más comnvnción cuando lo haces. Serás actriz y todo lo que quieras pero cuando te ríes se nota muchísimo que finges.
-Eso no es cierto.
-Si lo es.
-Te digo que no.
-Lo que tú digas entonces.
-Bien.
-Bien.
Otro silencio.
-Bueno, creo que tengo que colgar ya.- digo.
-Vale pero antes de que lo hagas, espero que beses bien.
-¿Como?
-Por lo de la obra, ya sabes.
-A Josh no le vá demasiado la idea de que nos tengamos que besar en la obra.
-Me lo imaginaba, pero eso es problema vuestro.
-Lo sé. Cuelgo Zack.
-Vale Ali.
-Madison!
-Madison.
-Adios.
Cuelgo. No sé lo que tiene este chico que me encanta. Me siento bien al hablar con el. Me siento cómoda.
Escucho un ruido a mis espaldas. Es la puerta. El pomo dorado se gira lentamente y una figura asoma por la puerta.
-Hola cielo.
-Ola Josh.
Josh entra y cierra la puerta intentando no hacer demasiado ruido. Se acerca a donde estoy y se sienta en la cama a mi lado.
-Que tal?
Me besa.
-Muy bien y tu?
-Genial. Tu madre ha firmado el papel no?
-Si, por lo que veo la tulla también.
-Claro. No te parece maravilloso? Nuestro sueño cumplido.
-Si, maravillosamente perfecto.
Le sonrío, esta vez mi sonrisa es sincera. Me toma la mano.
-Tu si que eres maravillosamente perfecta.
-Tu si que eres maravillosamente perfecto.
Nos besamos. Esta vez el beso es largo. Pero como en la mayoría de nuestros besos, yo no siento nada. No sé porque, pero no siento nada. No le quiero decir nada, somos amigos desde toda la vida, ahora más que amigos y no quiero romper nuestro vínculo después de tantos años. El beso termina.
-Oye Mad... Respecto a lo del beso... Debes perdonarme, yo...
-No te preocupes, te comprendo, no hace falta que te disculpas
-Insisto, lo siento.
-Estas perdonado.
Toda nuestra conversación tiene un tono triste y apagado por razones desconocidas para mí.
-Te quiero. -me dice serio.
-Lo sé.-contesto fingiendo una pequeña sonrisa que no aguanta demasiado en mi cara.
-Lo sabes?
-Claro, me lo repites constantemente.
-Pues tú a mi no demasiado.
-Lo siento. Te quiero.
Orto beso. Me levanto y le tomo de la mano. El también lo hace y caminamos hasta la puerta de mi habitación. Bajamos las escaleras y nos vamos a la cocina, donde nos sirvo un vaso de zumo de naranja para cada uno y unas galletas, no es una merienda demasiado propia para unos chicos de dieciseis años, pero me gusta. Lo prefiero a beber alcohol y meterme cosas raras.
-Y a que has venido?
-Acaso hay que querer algo para querer ver a tu novia?
-Eso me suena. -digo entre risitas.
-No, en serio, era para ver si ensayábamos las escenas en las que salimos juntos.
-Como en los viejos tiempos.
-O no tan viejos tiempos.
-O no tan viejos tiempos.-repito
Terminamos de merendar o como se quiera llamar y subimos a mi cuarto, donde ensayamos hasta aproximadamente las ocho de la tarde. Después Josh se marcha a cenar a su casa. No entiendo porque cenamos a las ocho y media, en Europa lo hacen mas tarde. Ceno con mis padres unas chuletas de cerdo a la plancha con puré de patata y garbanzos. Después me voy a la cama. Me pongo mi pijama y me meto en la cama. Cuándo estoy a punto de dormirme un pitido me despierta,es mi móvil. Lo miro enfadada y resoplando y lo cojo. La luz de la pantalla me molesta en los ojos y le bajo el nivel de brillo. Mucho mejor. Es un mensaje de Zack.
"Podemos quedar algún día?"
Me asombro al leer estas palabras y no sé que contestar, a si que decido dejarlo para mañana, al fin y al cabo, supongo que comprenderá que estaba dormida
martes, 12 de marzo de 2013
Madison Scott · Capítulo ~3~
Entro en el salón de actos un poco tensa por lo que acaba de ocurrir con Zack y Josh. El hombre grueso de las gafas me dice que me quede de pié en lo alto del palco, que tienen que analizar mi estado de nervios y mi lenguaje corporal, a si que antes de subir las escaleras respiro hondo y dejo de pensar en los chicos.
-Empecemos con la entrevista.-dice uno de los tres jueces.
-Claro.
-Asistes a clases de teatro?
-Si, a una escuela privada y a la del instituto.
-Has tenido experiencia en alguna compañía.
-No, he ido antes a castings pero no he tenido demasiada suerte.
Las preguntas continúan durante unos diez minutos mas o menos y yo respondo tranquila y procurando no cagarla en ningún momento.
-Hemos finalizado- dice por fin la única mujer del jurado- puedes marcharte.
Me bajo con cuidado del escenario y recorro las butacas algo incómoda y bajo la continua observación de Marium, o eso pone el la placa del señor gordo y gafotas que me ha entrevistado. Al salir Zack sigue en el sitio en el que estaba cuando entré y me hace un gesto con la cabeza preguntándome que tal. Yo le asiento y el también lo hace. No sé porque pero desde el primer día en que lo vi me dio la sensación de que lo conocía de toda la vida. Le sonrio y el también lo hace, aunque se corta un poco para no molestar a Josh. Me acerco Josh y este me agarra por la cintura y se acerca a mi para besarme, pero yo me aparto y me resisto hasta que me suelta la cintura.
-Que pasa?
-Josh, no crees que te estás pasando con esto de los besos?
-No, si no no lo haría no?
-Pues ahora ya lo sabes. Por favor besos los justos.
-Como quieras.
Me siento un poco mal a si que le doy un besito en la punta de la nariz y sonrío. El lo hace también. Llaman a Hanna Mason y me doy cuenta de que Laura está llorando. Le pregunto a Josh cuánto tiempo lleva haciéndolo y me contesta que desde que le dijeron que estaba fuera. Está sentada en un escalón llorando en silencio. Lo siento por ella, pero no puedo hacer nada. Esperamos bastante tiempo hasta que se acaban todas las entrevistas. Al final Marium nos dice cuales serán los descartados.
-Bueno, tras mucha meditación los miembros del jurado hemos decidido que no entrarán: Hanna Mason ni Steve Richard. A los demás les espero el sábado que viene en la plaza para empezar nuestra gira. Abajo podréis recoger los guiones para poder ir estudiando.
Me quedo en shock unos segundos hasta que proceso lo que acaba de ocurrir. Si se va Hanna Mason y Steve Richard nos quedamos Johanna, Josh, Alex y... ¡YO! Dios mío yo. No me lo puedo creer. Miro a Josh y me doy cuenta de que el también se ha quedado quieto también. Lo miro fijamente y un impulso me lleva a besarle y abrazarlo cómo si se le fuese la vida en ello.
-Josh, dios mio hemos entrado. Estamos dentro!!
-Si,-dice con voz todavía confusa y los ojos perdidos en alguna parte mientras me abraza- estamos dentro los dos.
Lo suelto y se me escapa un saltito de alegría. Sin darme cuenta viene Zack y me abraza, el también está feliz y me doy cuenta de que su abrazo es de lo mas sincero. Josh se nos queda mirando. Sé que lo entiende.
-Parece que me quedo fuera del círculo de conocidos.-Es Johanna Anderson. Nos mira con indiferencia y cara de asco mientras masca y hace globos con un chicle verde con olor a clorofila.- Pero no os preocupeis, tampoco me hace demasiada ilusión serlo.
Por un segundo me identifico con ella y pienso que yo no puedo ser tan desagradable. ¿O si? Me acerco a ella y le ofrezco mi mano mientras digo mi nombre. Ella se queda mirándome la mano y luego la cara, todavía de brazos cruzados. Retiro la mano.
-Ya sé quién eres, no hace alta que te presentes. Tu también sabes quién soy yo. -me debo de haber quedado con cara de no comprender, porque me señala con la cabeza la terjetita plastificada que todavía cuelga de mi cuello- Y ya sé que tú eres Zack Addams y tú Josh Stewart.
La analizo. Tiene el pelo rubio y rizado y los ojos castaños. Lleva puesta una camiseta de rallas rojas y negras y unos vaqueros negros con una torera vaquera del mismo color. Por último calza unas All Star rojas. Tiene los ojos pintados de negro que resalta mucho y los labios de rojo claro. Me fijo más y me doy cuenta de que lleva un pircing en forma de brillantito blanco en la nariz.
-Bueno que me voy. Hasta el sábado.
Saludo con la mano y me quedo mirandola Zack, este se encoje de hombros. Miro a Josh, lo mismo.
-Bueno que yo también me largo.- dice Zack- Hasta el sábado Ali. Lo mismo Josh.
Zack baja las escaleras estrepitosamente y Josh y yo nos quedamos solos.
-De qué lo conoces? - dice Josh en un tono que no me agrada- Y Ali?
-Ya te lo ha dicho, hemos tropezado cuándo salía, nada mas. Y lo Ali... Es demasiado largo. -me mira de forma poco convincente- es que estás celoso?
-No. Pero tú eres muy guapa y no sé... Cualquiera querría ligar contigo no?
Me quedo un poco confusa. En mi vida nadie me había llamada guapa.
-Pues no, la verdad. Me acompañas a casa?
-Faltaría mas.
Bajamos las escaleras y recogemos los guiones que están colocados junto a la puerta. Les echamos un vistazo. La obra se llama "Amor adolescente". Suena muy cursi para mi gusto. Miro el papel que interpreto. Soy Rose, una chica de diecisiete que se enamora de Cody, un chico que lucha por sus ideas (Zack). Josh es Mark, un chico que se enamora de Rose, pero que no tiene suerte con ella. Johanna es Leila una chica maltratada por su novio y que intenta escapar de el y la mejor amiga de Rose. Al novio de Leila, David, lo interpreta un tal Simon, seguramente parte del resto del equipo que ya llevará mas tiempo trabajando, al igual que muchos otros personajes secundarios.
Hecho una hojeada rápida al papel y descubro que tendré que besar a Zack, unas cuántas veces.
-No me gusta mi papel.- le miro frunciendo el ceño- y el tullo para ti, tampoco.
-Yo no decido mi papel Josh. Además na hay que mezclar el guión con la realidad, entiendes? -no me contesta, está enfadado- Josh, o seas tonto, si tú tubieses que besar a Johanna, yo no te lo reprocharía.- sigue sin contestarme -Vayámonos a casa anda.
Le beso fuerte en los labios para que se sienta mejor y cuando se termina, pegamos nuestras frentes y él sonríe, me abraza y me vuelve a besar mientras que me agarra la cintura. Finalmente ,me susurra "Te quiero, ¿Lo sabes no?", asiento y nos vamos de la mano camino a nuestros respectivos hogares. De camino, nos paramos a besarnos un par de veces hasta que finalmente entro en casa.
Al llegar no hay nadie, me encierro en mi habitación y me siento mal. Mal por Josh. No por el beso en la obra, sino por los besos en serio, no estoy segura de si realmente estoy enamorada de el. Y también mal por Zack, porque sé que le duele vernos juntos, aunque no sé por qué, si casi ni me conoce.
Me meto las manos en los bolsillos y suspiro. Palpo algo en el interior del bolsillo derecho. Me extraño. No es un pañuelo de papel. Lo saco y me doy cuenta de que es una nota. La abro para ver que pone. La desencarto atropelladamente y puedo leer en tinta azul un número de teléfono y al lado:
"Anda llámame. Zack."
Suelto una carcajada. No me puedo imaginar lo ingenioso que es este chico. Cómo habrá conseguido meterme la nota en el bolsillo? Ni me había dado cuenta hasta este momento. Cojo mi móvil, decido apuntar su número en la agenda y escribirle en un mensaje, pero justo en ese instante mamá entra en casa con su habitual saludo: "Mad, estás en casa?".
-Si!- respondo.
Bajo apresuradamente las escaleras, impaciente por contarle mi grán éxito en el casting y me olvido de Zack por unos momentos.
lunes, 11 de marzo de 2013
Madison Scott · Capítulo ~2~
Al llegar a casa me siento aliviada al saber que ya está hecho, que ya no hay vuelta atrás y que ya no hay porque estar nerviosa, y de repente se me viene a la cabeza Zack, su arrebatadora sonrisa y esa forma tan pícara de guiñarme el ojo y la pesada bromita de decirme "si" en un susurro al oído. No puedo evitar sonreír al recordar esa estúpida frase,"Y a propósito, intenta sonreír un poco, parece que te hayas tragado un palo de escoba." Que había querido decir con eso? Es que parezco una amargada?. De repente suena un pitido y me doy cuenta que es mi móvil. Es un mensaje de Josh, (de quién si no?) dice que si podemos quedar mas o menos a las seis, son las cinco y media, a si que le contesto que si y me voy marchando.
Camino despacio, ya que voy media hora antes y me paro a mirar algunos escaparates del centro, mientras poco a poco me acerco a nuestro habitual punto de encuentro. Por el camino me compro un café bien cargado para llevar. Al llegar aún quedan 10 minutos para las 6 a si que me siento en el borde de la fuente y me tomo el café, sorbo a sorbo, a menos cinco, veo que Josh se acerca y si saludarme se sienta a mi lado.
-Para que querías quedar?
Digo mirándole,pero el no alza la vista del suelo hasta que después de unos segundos. Me mira y contesta.
-A caso tengo que querer algo para quedar con mi mejor amiga?
-No... Supongo.
Los dos nos quedamos mirando al horizonte, que se está comenzando a teñir de tonos rosados y naranjas y rojos. Es un espectáculo realmente precioso. Me siento algo incómoda así, en silencio con un chico a mi lado a si que decido romper el hielo.
-Bueno que, damos un paseo?
-Y por que no?
Nos levantamos y nos echamos a caminar hacia la playa. Al llegar nos sentamos en la arena húmeda y fría que se me pega en los pantalones y me entra en las zapatillas. Apenas hemos hablado durante todo el camino y estoy bastante incómoda.
-Mad, tengo que confesarte algo...-su tono me asusta-Sabes que llevamos mucho tiempo siendo amigos... y bueno, creo, creo...

-Creo que me gustas.
-En serio?
Esta respuesta irónica nos hace sonreir a los dos. No estoy muy segura de lo que estoy haciendo, creía que me gustaba pero ahora... de todos modos decido no hacer nada por el momento y probar, quizás solo necesite pensarlo, quizás solo sea el impacto del momento el que me acerca esa sensación. Entonces miro al mar y me entran ganas de hacer una locura. Me levanto e intento despegar la arena de mis pantalones, pero parte de ella se queda pegada y me ha entrado en los pantalones de tal forma que me escuecen las piernas.
-Que haces?- me suelta- es que estas enfadada?
Debe de haberlo supuesto por mi expresión siempre fría, entonces se me vienen a la cabeza las palabras de Zack y sonrío. El también lo hace y yo le alargo la mano para ayudar a levantarse.
-No, te apetece darte una ducha?
-Como?
Entonces sin dejar que reaccione tiro de la manga de su chaqueta y lo arrastro hasta la orilla del mar antes de abalanzarme sobre el y que se caiga dentro del agua y se le llene el pelo de arena mojada y sal.
-Pero que haces?- no le doy importancia a este comentario ya que lo dice entra carcajadas-Estas loca?
Josh es por lo menos diez centímetros mas alto que yo, yo mido 1´60 y el sobre 1´7o y algo. Además su torso y sus brazos son fuertes, no se tiraría al mar si no quisiera, no podría arrastrarlo, se resistiría. Lo dejo de lado y corro hacia mar adentro, sintiendo mis zapatillas pasadas y pegajosas y avanzo hasta que me da el agua un poco por debajo de los pechos y me lanzo a nadar, siempre me ha gustado. A Josh a debido de gustarle la idea porque me sigue y cuando está junto a mi comenzamos a hacernos ahogadillas y a jugar y a reír, en mi vida me había reído tanto, quizás porque casi nunca me he reído en mi vida.
El sol tan solo es ahora un semicírculo que se posa sobre el mar en calma y hace que el cielo se desangre en colores rojos, naranjas y rosados y da paso a algunas estrellas que comienzan a aparecer más allá del horizonte.
Al terminar nuestros juegos de niños Josh me acompaña hasta mi casa y subo lo más sigilosamente que mis empapadas zapatillas me permiten a mi habitación, al llegar me saco la ropa empapada y noto que el pelo, enmarañado, ya se ha secado bastante a si que me meto en ropa interior en la cama y proceso todo lo que me acaba de ocurrir. Al pensarlo me inundo de alegría y abrazo las sábanas todo lo fuerte que puedo. Josh me ha pedido que quedemos mañana para ver los resultados del casting. Ahora estamos de acuerdo que si no nos eligen a uno de los dos, el otro, renunciará a su puesto. Intento dormir. Necesito estar fresca para mañana. Primero el jurado escogerá a tres chicas y tres chicos a judgar por la representación y les harán una entrevista, después descartarán a una persona de cada sexo y los cuatro actores que queden serán los elegidos.
La almohada está fresca por el agua que todavía queda en mi pelo y hace que me relaje junto con el olor a sal que desprende mi ropa. Y me duermo.
La alarma del móvil me despierta. Irritada, me levanto poco a poco y la hago callar. Estoy cansada, no suelo despertarme tan temprano los sábados, me pongo en pié y me doy cuenta de que tengo la ropa interior y el pelo llenos de salitre, palpo las sábanas y compruebo que están empapadas, al igual que la almohada. Me estiro y me estalla la columna. Suspiro. Abro la ducha y me meto dentro sin pensarlo dos veces. Me seco y me pongo una camiseta blanca con el dibujo de unos labios en el centro, unos vaqueros y unas Vans rosas. Me ato el pelo con una goma y la punta de la melena me cosquillea la nuca. Me tomo un vaso de leche fría y un bollo de chocolate y salgo de casa, ya llego tarde. Cuando llego ya está todo el mundo esperando en el pasillo, Josh incluido. Reconozco algunas caras del día anterior, y claro, la de Zack. Un hombre me entrega una correa de la que cuelga una tarjetita plastificada que pone mi nombre y mi edad. Me la coloco en el cuello y me acerco a Josh, este me toma la mano cuidadosamente. Zack nos mira y esboza una sonrisa forzada, hago lo mismo. No sé porque nos mira así, ya que entre nosotros no había nada, y parece bastante molesto por este gesto por parte de Josh. Intento olvidarme de el y escapo de su mirada de miel. Intento leer lo que pone en cada targetita plastificada. Hay cuatro chicas y cuatro chicos. Empiezo leyendo las de las chicas. "Hanna Mason. 18" "Johanna Anderson. 19" "Laura Williams. 17" y yo. Luego leo los de los chicos "Brian Cooper. 20" "Steve Richard. 17" "Zack Addams. 20" y "Josh Stewart. 16". Intento recordar las actuaciónes de algunos de ellos, pero solo recuerdo la de Laura, bastante mala, la de Johana, brillante, la de Josh, brillante y la de Zack, lo mismo. No me lo imaginaba tan mayor la verdad. De repente se abre la puerta del salón y dicen a quién van a descartar por la actuación. Me tenso y aprieto la mano de Josh sin querer. El me mira y me hace un gesto con la cabeza como diciendo, "Tranquila". Me sudan las manos, pero las de Josh están secas y me tranquilizan. Me fijo en la expresión de Zack. Suspira y tensa los labios, los tensa tanto que se le vuelven blancos y finos.
-Bueno- comienza un hombre alto y grueso con gafas- sabeis que ahora descartaremos a una chica y un chico. A continuación haremos una entrevista a cada uno de los seis sobrantes y finalmente elegiremos a los cuatro que pasarán a formar parte de nuestro grupo de teatro esta tamporada. Digo los dos descartados. -siento una presión en el pecho y todos mis músculos están en tensión y aprieto todavía mas la mano de Josh, esta clava su mirada azul en la mia gris- Son Laura Williams y Brian Cooper. Suerte al resto, empezaré la entrevista por Johanna Anderson.
Me doy cuenta de que Johanna lleva con la misma expresión de indiferencia todo el tiempo.
De repente Josh me abraza con fuerza y me besa en los labios, el beso dura mucho, quizás más de lo que quisiera.
-Lo ves, no tienes porque estar nerviosa.
-Ahora solo me hace falta suerte con la entrevista.
-No la necesitas- dice una voz cálida por detrás. Me giro y me doy cuenta de que es Zack, está guapísimo lleva sus rizos rubios desordenados, lo que le dá un toque informal. Estira el brazo para ofrecerle la mano a Josh - Zack, encantado.
-Josh.
Alex me aprieta el hombro y me felicita, yo lo felicito también.
-Y de que os conoceis?
-Oh de nada, creéme tropezamos ayer al salir del salón, nada mas.-Me dedica otra sonrisa triste.- Y tu eres... Su novio supongo.
-Y el chico más feliz del mundo.
Se lanzan miradas desafiantes y me incomodo muchísimo, no sé lo que está pasando a si que digo:
-Voy al baño, ahora vuelvo.
Entro en el cuarto de baño y me lavo la cara con agua fría al igual que las manos sudadas y megajosas, hace mucho calor y el pelo se me pega a la nuca y la frente.
Tiro de la cadena para fingir que realmente tenía que ir al baño y salgo. Justo al salir el hombre grueso de las gafas me dice que tengo que entrar. Mientras recorro el pasillo Sale Johanna tan tranquila como entró y Josh me dá un besito en los labios y me desea suerte. Zack está junto a la puerta y me susurra al oído antes de entrar "No la necesitas".
domingo, 10 de marzo de 2013
Madison Scott · Capítulo ~1~
El despertador suena con su irritante pitido y me levanto poco a poco. Me doy una ducha y me visto con un jersey con print de leopardo, unos pantalones negros y unos botines marrones que me acabo de comprar. Bajo y mi madre me dice que ya tengo el desayuno preparado. Es cierto, y consiste en un zumo de manzana, una taza de leche y unas galletas. Lo de todos los días. Me cepillo los dientes y meto mis libros en un bolso marrón con las asas negras. Salgo y camino hacia el instituto. En la puerta encuentro a Josh, tan serio como siempre, como yo, nos saludamos y entramos dentro. Josh y yo estamos en la misma clase, siempre lo hemos estado desde que empezamos en el instituto. Nos sentamos en uno de los banquitos que han instalado en los pasillos del instituto, ya que no está permitido entrar en las aulas mientras no toca la sirena.
-He encontrado un casting nuevo.- me dice Josh
-En serio? Para que es?
-Es para entrar en una compañía de teatro, en Theatre Of The Nigh.
-En serio? Y que buscan?
-Dos chicos y dos chicas, nuestra oportunidad perfecta.
-Si me eligen y a ti no, renunciaré.
-Y porque ibas a hacer eso?
-Pues por que... al fin y al cabo eres mi único amigo no?- Josh asiente.
Realmente no es por eso, Josh me gusta, no sé desde cuando, pero me gusta, desde el primer dia en que le ví me pareció atractivo, porque realmente lo es, pero también me identifiqué mucho con el, nunca sonreía, era frío y no buscaba la compañía de nadie. Tardaron días hasta que nos conocimos y empezamos a hablar, todo empezó cuando nos mandaron hacer un trabajo juntos en clase, solíamos quedar para terminarlo en mi casa o en la suya, nos caímos bien. Luego comenzamos a hablar y a quedar mas juntos hasta que nuestra amistad se hizo oficial.
-A que hora?
-Hoy a las cinco y media. En el ayuntamiento.
-Perfecto, iremos, está decidido.
Entonces suena el timbre y, todavía adormilados los alumnos entran en clase perezosamente. Las horas trascurren lentas, como todos los días de clase en el interior del aula tediosa y húmeda. Al terminarse las clases cada uno se va a su casa y yo y Josh quedamos a las cuatro y media para luego asistir juntos al casting. Al llegar me espera en casa una comida consistente en cous-cous, verduras fritas y filete a la plancha. Luego intento pensar, tumbada en mi cama, que demonios voy a hacer en cuanto me suba al escenario. El tema es interpretar un trozo de un guión con el que te sientas a gusto, o simplemente interpretarlo, no estoy nerviosa, ninguna actriz en el mundo puede estarlo, los nervios no me servirían para mas que para estropear la actuación por completo. Miro entre los múltiples guiones que tengo guardados en una carpeta de plástico en uno de los cajones de mi mesita de noche. Entre ellos encuentro el de Romeo y Julieta, que había interpretado hacía años en la escuela de teatro, no sé la razón pero me siento atraída por este guión y no tardo en escoger un monólogo lo suficientemente largo como para interpretar. Finalmente pongo la alarma para las tres y media y me tumbo un rato a dormir, al fin y al cabo no quiero que el jurado me vea con cara de muerta.
Cuando suena el despertador me despierto sobresaltada y salgo de la cama de un salto, me maquillo y me peino y salgo de casa para encontrarme con Josh. Al llegar a nuestro punto de encuentro lo encuentro sentado al borde de la fuente del centro de la plaza, al verme me sonríe y se levanta,está tan guapo como siempre.
-Que guión has elegido?
-Un trozo de Romeo y Julieta tu?
-También... Valla, espero que no resten puntos por esto.
-No lo creo. -me vuelve a sonreir y me siento algo incómoda- Bueno que... ensayamos un rato?
Josh asiente con la cabeza y ensayamos cada cual su trozo de guión escogido tan meticulosamente. Realmente creo que Josh y yo nos entendemos a la perfección y que de un modo u otro siempre estamos pensando en lo mismo, tal vez lo de Romeo y Julieta ha sido pura coincidencia pero aún así, lo creo.
Al dar las cuatro y cuarto vamos entrando en el ayuntamiento, luego nos conducen al salón de actos, donde vemos actuar a varios candidatos, aunque yo no les presto demasiada atención, intento repasar mi papel mentalmente para no equivocarme, por fin llega el turno de Josh, y como siempre hace una actuación brillante. Finalmente, mi turno, subo los escalones del escenario bastante decidida e intento pensar que no hay nadie ahí abajo, mirándome y que tarde o temprano me evaluará y me pondrá una nota, y medirá si realmente valgo o no. Termino mi actuación y creo que lo he hecho bien me arrimo al borde del escenario y saludo al jurado, intento buscar la mirada de Josh, pero no la encuentro, en su lugar encuentro la mirada de otro chico, tiene los cabellos del color de las hojas en otoño y los ojos de color miel, muy brillantes, me he debido de quedar mirándole porque me saluda con la cabeza y me guiña un ojo al tiempo en que me dedica una sonrisa de medio lado que hace que se me erice el bello de los brazos, esto me hace volver a la realidad y bajo del escenario deprisa. Al bajar descubro que Josh estaba esperándome junto a las escaleras.
-Que has visto ahí abajo?
-Quién? Yo?
-Si te has quedado embobada mirando al público.
-No me he dado cuenta.
Josh arquea las cejas y yo subo los hombros en señal de indiferencia.
-Bueno, yo me tengo que ir ya eh!
-De acuerdo, adiós.
Entonces se aleja caminando poco a poco atravesando las filas de butacas y saliendo por la puerta. Me quedo un rato procesando lo que acaba de suceder y cuando decido ponerme en marcha, choco contra alguien. Me quedo mirando para el unos instantes antes de darme cuenta de que es el chico que me ha guiñado el ojo antes.
-Lo siento.
-No pero si no ha sido nada. Zack, encantado.
-Madison.
Entonces me alarga una mano y pienso unos instantes antes de tomársela, no suelo tomar contacto con chicos, aparte de con Josh, y aún así, solamente para darle una palmadita de vez en cuando o cuando me abraza cuando estoy triste.
-Lo has hecho muy bien Alison, mis felicidades.
-Muchas gracias, tu...también lo has hecho bien- contesto, aunque no me haya fijado ni lo mas mínimo en si lo hacía bien o mal.-Mucha mierda. Y Madison, no Alison.
-No la necesito, y creo que tu tampoco.
Fuerzo una leve sonrisa y me dispongo a irme.
-A propósito,-me frena- porque te has quedado mirándome de esa forma antes?
-Yo?
-Si, tú.
-Yo no te he mirado.
-Si lo has hecho.
-Y porque me has guiñado un ojo tú si no me conoces.
-Intentaba ser simpático. Pero eso no contesta a mi pregunta.
-Ser simpático, en serio?
-Pues si, algún problema?
-Pues no lo parecía la verdad...
-Bueno quizás me hayas caído bien.
-Caído bien?
Entonces se acerca a mí, me aparte le pelo para detrás de la oreja y me estremezco, no se lo que pretende. Se acerca mas a mi oído y me susurra."si" antes de hecharse a reír como un loco. Y hacerme un gesto con la mano en señal de despedida.
-Chao Alison.
-Madison.
-Lo que sea. Y a propósito, intenta sonreír un poco, parece que ta hayas tragado un palo de escoba.
Entonces me vuelve a guiñar un ojo y se marcha entre risitas. Suelto un suspiro pensando "Gilipollas..." Y me marcho recorriendo las filas de butacas y echándole un último vistazo al palco antes de atravesar la puerta por completo.
Madison Scott · Introduccion
Hola, me llamo Madison Scott, tengo 16 años. Soy morena, tengo el pelo muy negro y los ojos grises. Soy mas bien baja y muy delgada. Casi no tengo amigos, la gente dice que soy prepotente, creída, fria y distante, yo no lo creo, solamente es indiferencia y amor propio. Quizas si sea algo escéntrica, es cierto. No me meto con nadie, no quiero peleas, ¿para que? ¿Acaso arreglaré algo con ello? No lo creo.
¿Mi pasión? El teatro, por supuesto, aunque la gente dice que con mi actitud no iré a ninguna parte. No es cierto, pongo todo mi empeño cada dia en preparar obras del instituto, me apunto a bastantes castings y todo eso. No quiero ser actriz de cine, lo quiero ser de teatro, trabajar en una compañía, tener siempre los mismos compañeros.
Mi mejor amigo o amiga, Josh, es el único amigo que tengo en serio, pues comparte mi aficción por el teatro y me comprende, también es "prepotente", "creído", "frío" y "distante", tonterías. El tiene el pelo de color marron chocolate y los ojos de un azul muuy oscuro y penetrante, con una mirada seductora y al mismo tiempo dulce que te atrapa y no tepermite bolver a la realidad, es bastante alto y tiene buen cuerpo, es... perfecto. Josh ha sido un grandisimo apoyo para mi durante muchos años, antes de conocele deambulaba por los pasillos del instituto sola en los recreos, hacia los trabajos sola, todo sola, ahún así, no me importaba demasiado,cuando conocí a Josh, todo cambió, aunque antes pudiera pasar sin el pronto me reconfortó saber que al menos alguien me apreciaba en este mundo a parte de mi familia, edemas su amor por el teatro me cautivó y probablemente fuera lo que nos unió. Es cierto que hablando de esta manera parezca que estoy enamorada de el... Quizas sea cierto, nunca miento y no lo haré en este caso, si, quizas sienta algo por el pero no es nada del otro mundo.
Respecto a mi trabajo en clase... todo está bien,saco unas notas medias y tengo mucha memoria, ya que la ejercito cada día con mis guiones. En cuanto acabe en el instituto quisiera entrar en una escuela de interpretación con éxito, aunque aún no tengo claro a cual quiero ir.
Vivo en New York, en una parte bastante adinerada, la verdad. No me puedo quejar, pues tengo casi todo lo que quiero y quizás un poco mas. Normalmente las chicas adineradas son las mas populares y las que tienen mas amigas, chicos persiguiéndolas y se van todos los días de compras con una pandilla popular del instituto. Yo no soy así, porque paso de esta sociedad consumista y superficial, prefiero quedarme en casa, ensayando guiones con Josh, y si, es verdad que también me permito caprichitos, pero no son todos precisamente de maquillaje y ropa bonita, si no que los dedico a mi pasión, a viajar para hacer castings, ir a ver teatros caros y coger recortes de mis actores favoritos...
Mis padres trabajan duro todos los dias para darme todas las comodidades posibles y poder seguir permitiéndome mis caprichillos, no me presionan para que trabaje ni nada por el estilo porque saben que estoy intentando abrirme paso en el mundo de la interpretación y que lucho por mi objetivo todo lo que puedo y mas.
Solo quisiera aclarar una cosa mas, el mundo del teatro, NO es nada facil.
Soy Madison Scott y esta es mi historia.
Esta soy YO.
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